lunes, 5 de octubre de 2015

Rayuela en San Miguel

Jugar es cosa seria

Los educadores del proyecto Rayuela de barrio San Miguel les propusieron a los niños y niñas un juego de construcción a partir de formas de madera. Un juego en apariencia tan simple permite poner en juego aprendizajes complejos.
Los juegos de construcción permiten a los niños explorar cuestiones de la Física, como descubrir y diferenciar características de los materiales y sus reacciones al variar la posición en el espacio y con otros objetos: plano inclinado, balanza, palanca, polea, péndulo, búsqueda del equilibrio, estabilidad y balanceo de los objetos. También se propician aprendizajes relacionados con aspectos del desarrollo lógico conceptual: resolución de problemas que implican medir empíricamente magnitudes de longitud, capacidad y peso entre los objetos; establecimiento de relaciones de los objetos en el espacio, proporción y diseño; planificación y anticipación de tareas, entre otros, del desarrollo psicomotor. 
Ahora bien, el aspecto más importante del juego de construcción es que suma a la actividad exploratoria e intencional de los niños, la aceptación de los límites que le imponen los objetos al operar sobre ellos. Se trata de un proceso que implica, por parte de los niños, el despliegue de sucesivos ensayos para lograr determinada construcción y la consecuente aceptación de las resistencias del objeto que no necesariamente se adapta a lo que ellos quieren lograr al manipularlo para una construcción.

Los niños aprenden jugando a orientar el deseo en función del objetivo. “Intención, idea, imaginación… y realidad, modelo, factibilidad…”, se entrecruzan en su juego. En definitiva, los niños de Rayuela San Miguel están construyendo aprendizajes que pondrán en juego en diversas situaciones de su vida.

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