Los niños y niñas de San Miguel que participan del espacio Rayuela se tomaron en serio que se puede aprender jugando.
Todo inició cuando los chicos empezaron a llegar en sus bicicletas y a intercambiar habilidades, consejos y lugares por donde andar en el barrio. Entonces, comenzó a rodar una idea: hacer un circuito para poder andar con las bicis, que sea seguro y divertido.
Para lograr el objetivo común de tener el circuito los chicos pasaron por varias instancias: escritura de solicitudes a las autoridades municipales de tierra y maquinarias, diseño del circuito teniendo en cuenta las características del espacio físico y las otras actividades que se desarrollan a la vez en el mismo espacio, construcción de maquetas a escala, comparación y medida de velocidades, exploración de materiales, etc. Pero no solo se trabajó en cálculos matemáticos, sino que también aprendieron a escuchar las opiniones de los otros, a ponerse de acuerdo, a tener en cuenta variables al momento de decidir y a argumentar las opiniones.
En San Miguel, Rayuela marcha en dos ruedas.
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